Las empleadas en lugar de acobardarse se defendieron y lanzaron contra el caco todo tipo de objetos, entre ellos varios consoladores

Las empleadas en lugar de acobardarse se defendieron y lanzaron contra el caco todo tipo de objetos, entre ellos varios consoladores.
Amy, una de las trabajadoras comenta: "Pensé que se hacía el gracioso para asustarnos. Pero cuando vi el arma, dije: ¿Estás bromeando? No tengo tiempo para esto"
La otra emplea concluye: "Creo que fue un cobarde. Vino y trató de amedrentar a dos mujeres y no se dio cuenta que éramos unas luchadoras"
El atracador ante la lluvia de penes de plástico huyó despavorido del lugar de los hechos.
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